En un mundo tan internetizado, y con la explosión de las redes inalámbricas hasta para los móviles de última generación, tener un detector de wifi a la mano se hace imprescindible cuando sales de viaje o simplemente dejas de tener internet una temporada. Los cibercafés no cuajaron lo que debería y muy pocas cafeterías están preparadas para llevarse el portátil.
La universidad suele tener Wifi, pero en muy pocas ocasiones está abierta. Otras veces te topas con el vecino de turno que no sabe cifrar la suya, o simplemente es un inconsciente de la poca seguridad que tienen los datos que envía/recibe. Compartir Wifi es una buena obra, pero por desgracia tenemos al juánker de turno que se cree que por tener dos programas se cree un auténtico cracker de routers, por otro lado la información va sin cifrar (aunque cada vez más se usan conexiones seguras SSL=https hasta para el correo).
Por si acaso, he aquí algunos detectores de Wifi para tener a mano:
Fuente | Paseante
La universidad suele tener Wifi, pero en muy pocas ocasiones está abierta. Otras veces te topas con el vecino de turno que no sabe cifrar la suya, o simplemente es un inconsciente de la poca seguridad que tienen los datos que envía/recibe. Compartir Wifi es una buena obra, pero por desgracia tenemos al juánker de turno que se cree que por tener dos programas se cree un auténtico cracker de routers, por otro lado la información va sin cifrar (aunque cada vez más se usan conexiones seguras SSL=https hasta para el correo).
Por si acaso, he aquí algunos detectores de Wifi para tener a mano:
Fuente | Paseante
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